CARICIAS.
En una mañana de inicio fría,
que a las caricias del sol sonríe con frescos perfumes.
Como solo el campo sabe oler.
Un ladrido, escapa por una portezuela,
y una carrera de cortos pasos,
lo reciben entre abrazos y sonrisas.
¡Juan Carlos, vamos al patio.!
Una amalgama de olores y escalofríos,
hacen a la mañana, cómplice del mayor regalo que padre puede tener,
y padre, no ve la manera de agradecer tanta dicha.
Con sus brazos en alto le mira, pide que le aupes;
que lo arrulles; que lo abraces;
y a la vez sus manitas acarician su cuello
y sus labios se funden en un cuerpo que estremece.
Ante un placer tan inmenso.
Malba 2009