LAS PALABRAS.

Las palabras tienen la fuerza de doblar voluntades,
arrancar sonrrisas
y secar lagrimas.

Somos palabras.

miércoles, 23 de enero de 2008

A MI ESPOSA.


COMO CUALQUIER DÍA.




Como cualquier día.

Recostada sobre la piel roja de su diván, hoy tan hermosa como de costumbre.

Al llegar, noto esa ansia suya tan peculiar, como la fiera que ronda su presa, y recostada, le hace pensar que duerme.

La beso, y acaricio su rostro con mis labios, casi por cada rincón de su cara.

La miro, casi una eternidad, eternidad tan corta como un suspiro, su piel tersa firme y suave, deja entrever la vida tras de ella.
Susurro ante tan fiel guardián protector, piel rosada; morada y refugio de nuestro tesoro, la beso y me alejo, esperando el momento del despertar.

Me reclaman, me llaman.

Ahora soy su confidente, su esposo, su amigo.

Y como cualquier día, su amante.




MALBA
Conil de la Frontera, Octubre de 2005

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